fanfics con estilo
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

.·* Entre Cuentos muggles te conocí *·.

2 participantes

Ir abajo

.·* Entre Cuentos muggles te conocí *·. Empty .·* Entre Cuentos muggles te conocí *·.

Mensaje  # Beny # Dom Oct 05, 2008 2:05 pm

Holaa!!
Soy nueva en este foro y como he visto que aún no había ningún fic de los Merodeadores, pues me he decidido a publicar el mío (que también está publicado en otro foro).
Espero que os guste y que dejéis comentario ^^

N/A: Este fic no es un fic normal de los Merodeadores, es algo así como una mezcla de Harry Potter y las Tres Mellizas, es decir, los chicos se llevan muy mal con las chicas y siempre se están peleando. Por lo que Dumbledore harto ya de tantas peleas, como castigo los envía a un cuento muggle.

Disclaimer: Los personajes que puedan resultar conocidos no me pertenecen, sólo los toma prestados mi loca cabecita.


CAPÍTULO 1: “ESTE AÑO NOS ADELANTAREMOS…”

Un nuevo año comenzaba en Hogwarts. Un nuevo año que todo cambiaría para seis estudiantes…

Lilian Evans se dirigía apresuradamente hacia la puerta del expreso de colegio. *¿Dónde se habrá metido Lu? Quedan cinco minutos para que salga el tren y ni aparece…*
- ¡Eh, Evans! ¡Quítate de en medio!
La pelirroja volteó hacia la voz. *¡Oh, no! San Estúpido Potter a la vista.*
Un joven moreno de unos diecisiete años, y ojos color avellana ocultos tras unas gafas de vista, se había parado delante de la chica y esperaba que ésta le dejara pasar.
- ¿No me escuchaste, Evans? ¿Acaso eres sorda también? Necesito pasar.
- Y yo necesito que tú no existas, Potter. Pero lamentablemente la vida no es según uno la necesite. Por allá tienes otra puerta.- contestó la pelirroja mordazmente señalando la otra salida.
- Pero yo quiero salir por ésta.
- Y yo quiero una casa en la playa, un yate, una mansión… Pero por desgracia no se puede tener todo en esta vida.
- Mira, Evans, déjate de sarcasmos y déjame pasar.- dijo el chico apretando la mandíbula y acercándose a la pelirroja.
- Y si no ¿qué?- preguntó la chica sin retroceder ni un paso.
- Si no fuera porque sé que os odiáis, pensaría que vosotros dos tenéis algo.- comentó una chica rubia de cabello corto y ojos color miel que acababa de llegar al tren.
- ¡Lu! ¡Ya era hora que llegaras!- contestó la pelirroja separándose del chico y volteando para abrazar a su recién llegada amiga.- Ven, vayamos al compartimento. Tienes que contarnos a Lizzy y a mí tus vacaciones.
Y pasando cerca del chico, la pelirroja lo empujó y se fue con su amiga hacia el compartimento, donde las esperaba una muy impaciente rubia.

* ¿Qué se creerá esa idiota? Es sólo una marginada… * El ojiavellana por fin pudo salir por la dichosa puerta. Él, James Potter, era uno de los alumnos más codiciados por el alumnado femenino de Hogwarts. Tenía un cuerpo bien formado por el quidditch, su pasión, ya que era el buscador y el capitán del equipo de Gryffindor.

El joven paseó la mirada por el andén 9 ¾ … * ¿Por qué siempre se retrasa? Cualquier año perderá el expreso…*
Y de la nada, de uno de los pilares de la estación, apareció un moreno cargando un muy pesado baúl.
- ¡Cornamenta! Si has salido a recibirme… ¡qué honor!- dijo el recién llegado acercándose a James sonriendo.
- Ya era hora de que llegaras, Canuto…
Y como dos buenos amigos se abrazaron y James lo ayudó a cargar su baúl.

/---------------------/

Una chica morena de cabello largo y rizado y ojos azules se paseaba intranquila por el compartimento que había encontrado con Lily.
- Lizzy!!
Sus dos amigas habían llegado por fin al compartimento y ahora se encontraban las tres fundidas en un enorme abrazo.
- Chicas, tengo que contaros algo muy importante…
- ¿Qué pasa Lizzy?

/-----------------/
En otro compartimento, un castaño leía y releía una y otra vez una carta. No daba crédito a lo que decía…
Cuando llegaron sus dos amigos.
- ¡Lunático! ¿Qué tal las vacaciones, lobito?
- Sh!! Baja la voz, Sirius…- dijo el castaño mirando hacia todos lados por si alguien había escuchado.- Vaya!! Ya pensaba que no llegabas…
- Ni pensarlo!! ¿Qué haría Hogwarts sin mí todo un año? ¿Qué harían esas pobres chicas sin su Siriusín?
- Irse con James, obvio… - contestó el ojiavellana sonriendo.
- Vosotros dos no cambiáis…
- Por eso nos quieres, ¿verdad Lunático?- dijeron los dos chicos sonrientes.

¿Cómo no los iba a querer si eran sus mejores amigos? Así era. Él, Remus Lupin había sido muy afortunado de encontrar a unos amigos como los suyos… Si no fuera por ellos jamás se hubiera aceptado tal y como era… James Potter y Sirius Black. Más que amigos, eran como hermanos…

Así, ellos tres eran conocidos como los Merodeadores. Los tres chicos más solicitados de Hogwarts. Sirius y James eran los más mujeriegos, las alumnas se derretían ante sus ojos y hacían cualquier cosa que éstos les pedían. Sin embargo, anque Remus era igualmente de solicitado, él no estaba interesado en ello… Sus intereses eran otros.

- James, Sirius… tengo que contarles algo… - dijo preocupado el castaño.
/------------------------------/

- ¡¿Qué?! ¿He oído bien?- preguntó Lu escéptica.
- ¿Cómo que tus padres se van a separar? ¿Y qué pasa contigo y con Jake?- prosiguió la pelirroja.

La morena, Lizzy, les había dicho a sus amigas la última noticia: sus padres se iban a divorciar. Elyzabeth Sandler era hija de Viviane y Joe Sandler. Su madre trabajaba en San Mungo como sanadora mientras que el padre lo hacía en el Ministerio como desmemorizador. También tenía un hermano, Jake. Éste era cuatro años menor que la chica, tenía trece años y siempre se habían llevado muy bien.

Hacía ya algún tiempo que las cosas no iban bien entre sus padres. Y Lizzy lo sabía, solo que prefería ignorarlo… y ahora pasaba esto.

Viviane y Joe decidían separarse. No es que ya no se soportaran, se pelearan o algo por el estilo. Como decían ellos, “simplemente se había acabado el amor”. Y como el amor se había terminado, también lo haría su familia.

Lily y Lu estaban al tanto de todo lo que concernía a su amiga. No por nada eran amigas desde primer año…

- A Jake lo han enviado a Durmstrang.
- ¿Qué?- preguntó la pelirroja en estado de shock.
- ¿Pero cómo lo van a mandar a Durmstrang? ¡Este es su colegio!
- Pues sí pero… mi madre ha conseguido otro trabajo. Y se ha marchado al norte de Europa. Era el mejor lugar para estar cerca de Jake. Han decidido que yo me quedara con mi padre y Jake se fuera con mamá.- terminó de contar la morena tristemente.

Las otras dos amigas miraron con sentimiento a la chica y fueron a abrazarla rápidamente.


/----------------------------/

El castaño recogió del asiento del compartimento la carta que había estado leyendo cuando sus dos amigos llegaron.
- Leedla.- dijo tendiéndoles la carta.

James y Sirius se juntaron para leerla.
- ¡¿Qué?!
- ¿Cómo que Colagusano se ha ido?- preguntó el ojiavellana atropelladamente.
- ¿Así? ¿Sin más?- dijo el moreno enfadado.

Y con razón, pues en la carta sólo decía:

“Chicos me mudo con mi mamá a Italia.
No volveré a Hogwarts.
Adiós,
Peter.”


Ni una explicación. Nada.
- No tengo ni idea. Sólo encontré la carta atada a una lechuza esta mañana.- contestó el castaño.
- Será mejor que nos olvidemos de él, como tan rápidamente lo hizo él con nosotros.- propuso Sirius.
- Sí. Al fin y al cabo, no andaba mucho con nosotros.
- Cambiando de tema.- dijo Sirius acomodándose en un asiento junto a la ventanilla.- ¿Habéis visto a “las marginadas”? Yo no las he visto todavía… y eso es raro.
- Yo tampoco las he visto. Quizás este año están más tranquilas.- comentó Remus.
- Yo me encontré con la pelirroja. Con Evans.- dijo el ojiavellana enfadándose de repente.- No la soporto. Es tan… tan…
- No la soportas porque en siete años que te conoce y es la única chica que no ha caído a tus pies, Cornamenta.
- Lo mismo puedo decirte, Canuto. Ustedes dos tampoco las soportáis. Deberíamos olvidarnos de ellas y dejarlas como lo que son… unas marginadas sociales.
- ¡Guau! ¿James Potter diciendo que nos olvidemos de unas chicas? Eso sí que es digno de recordar…
- Ya, Lunático!! Tampoco es para tanto… ¿qué tal si preparamos la bromita para los alumnos de primero?- propuso James iluminándosele sus ojos de repente.

/--------------------------/

En el compartimento de las chicas…
- Chicas, yo no sé vosotras, pero yo estoy harta de los dichosos Merodeadores.- comentó la pelirroja mirando a sus amigas.
- Nosotras también, Lils. Siempre nos gastan las bromitas durante todo el curso. Esta noche debemos tener mucho cuidado por donde andamos, no vaya a ser que se nos caiga un bote de pintura o algo, como el año pasado.- contó la morena recordando las bromas del curso pasado.
- Sí. Pero nosotras fuimos más originales que ellos, acéptenlo. ¿Qué hay de aquella vez que hicimos que les crecieran los pechos? Jajaja… parecían tres chicas belludas y brutas…- recordó Lu riéndose y haciendo que las dos chicas comenzaran a hacerlo también.
- Sí. Nosotras somos más originales. Eso está claro. Y este año tenemos que escarmentarlos.
- ¿En qué estás pensando, Lils?- preguntó Lu con una sonrisa en los labios.
- Este año nos adelantaremos… - dijo la pelirroja con un brillo especial en los ojos...




oo0o0o0o0o0o0o0o0o0oo

Espero que os haya gustado y dejéis comentario xfaa

Besitos,

Beny
# Beny #
# Beny #

Mensajes : 5
Fecha de inscripción : 05/10/2008

Volver arriba Ir abajo

.·* Entre Cuentos muggles te conocí *·. Empty Re: .·* Entre Cuentos muggles te conocí *·.

Mensaje  chio Lun Oct 06, 2008 5:28 am

HOLA PRIMERO BIENBENIDA AL FORO!!!!!!
ES BUENO Q ALFIN ALGUIEN PUBLIQUE ALGO D LILY Y JAMES...A MI NUNCA ME SALE..JEJEJE
ME ENCANTA ESTE FIC...
ESTOY HACIOSA POR SAVER QUE BROMA TIENE PLANIADA..JEJEJE
SIGUELO PRONTO
BESOS
**CHIO**
chio
chio

Mensajes : 83
Fecha de inscripción : 27/08/2008

Volver arriba Ir abajo

.·* Entre Cuentos muggles te conocí *·. Empty Re: .·* Entre Cuentos muggles te conocí *·.

Mensaje  # Beny # Miér Oct 08, 2008 11:11 pm

Holaa!!
Gracias x la bienvenida ^^ y me alegro k te gustara...
A mi los fics de los merodeadores me encantan (LLLLLLLL) y weno,
este no va a ser exclusivamente de James y Lily, tmb habrá otras
parejas... k ya se verá conforme vaya avanzando la historia.
Espero k te guste el siguiente capi Chio ^^ , x cierto, ¿te puedo preguntar
de dnd eres, como te llamas y tu edad? xDD
Weno, no me enrollo más y aquí dejo el capi...


CAPÍTULO 2: "SI QUIEREN GUERRA LA VAN A TENER..."

El expreso de Hogwarts había hecho su entrada en la estación de Hogsmeade. Cientos de alumnos se apearon del tren con sus baúles y mascotas dirigiéndose hacia los carruajes que los llevarían al castillo.

Los Merodeadores habían salido en uno de los primeros carruajes, no sin antes causar sensación entre las alumnas de Hogwarts que volvían las miradas a sus pasos.

- Oye, Canuto, ¿qué hay de la chica aquella de Hufflepuff con la que saliste el año pasado?
- ¿Quién? ¿Sophie? Te veo un poco desinformado, Lunático.-contestó James al castaño que había preguntado.- Canuto estaba saliendo la última vez con Marlene.
- Siento decirte, Cornamenta, que tú también estás atrasado de noticias. Lo de Marlene fue ya hace mucho… después de ella vinieron más… Chrystalle, Evelyn, Roxanne, Sandy…-enumeró el aludido recordando el nombre de sus conquistas.
- ¿Qué? ¿¡Te liaste con mi vecina, Canuto?!
- ¿Y con la chica de la biblioteca a la que iba? Con razón estuviste acompañándome. Ya me extrañaba a mí…
- Tranquilo, Cornamenta. Fue tu vecina la que me buscó. Vino a tu apartamento una tarde a pedir la sal, pero como tú no estabas…- contestó Sirius.
- Ya te vale, Canuto.
- Bueno cambiando de tema, o mejor dicho de mercancía, ¿habéis visto como está este año Audrey? Uff!!- comentó Sirius imaginándose cosas.- Pero que su hermanita Brittany no se queda atrás…
- ¡Sirius que tiene quince años!- dijo el castaño indignado.
- ¿Y qué? Sólo son dos años… Además, yo sólo digo que apunta maneras…
- Ya. Claro.


Mientras los chicos iban discutiendo sobre el alumnado femenino de Hogwarts y los numerosos ligues de verano de Sirius y de James, tres chicas recién estaban cogiendo uno de los carruajes en la estación.

- Lily, ¿estás segura de que saldrá bien?
- Lu, tranquila, nunca nada puede salir mal.
- ¬¬ ¿Te recuerdo aquella vez que nos pillaron poniendo laxante en las bebidas de los estúpidos de Slytherin?- dijo Lizzy escéptica recordando la semana de limpieza que tuvieron que cumplir como castigo.
- Bueno… eso fue un descuido… sino hubiera sido porque “alguien” dio el chivatazo…- contestó la pelirroja.
- Bueno chicas, ¿qué tal el verano? Que no me habéis contado nada todavía… - preguntó Lizzy cambiando de tema.
- Pues imagínate. Este año hemos tenido mucho trabajo en el bar de mi tío… por eso no hemos podido enviarte cartas ni Lils ni yo…
- Sí, si no hubiera sido por Lu y el bar me hubiera pasado el verano soportando a mi “querida” hermana Petunia y la morsa que tiene por novio… Ojalá hubieras podido venir a ayudar al bar. Aunque hemos trabajado mucho, nos lo hemos pasado muy bien y la tía Rose nos ha hecho cada pastel…- contó la pelirroja haciéndosele la boca agua.
- Lo siento, chicas. Este año no pude ir con vosotras como todos los años. Con lo que os he contado antes, la cosa ha estado más complicada…- se disculpó la morena entristeciéndose.

Lily y Lu se miraron alarmadas; no querían que su amiga volviera a venirse abajo.

- Tranquila, Lizzy. Ya nos dijiste que no ibas a poder… y no sabes de la que te has librado. ¿Tú sabes lo que es estar todo el día apartando a Lily de la cocina?
- Sí, ¿y aguantar a esta chica todo el santo día hablando de su querido Poncho?

La morena sonrió agradecida; sus amigas estaban intentando que no se pusiera triste… y lo estaban logrando. De sólo imaginarse a Lily intentando llegar a la cocina a por comida y a Lu pensando en el actor mexicano de “Rebelde”, una gran sonrisa apareció a sus labios.

- ¿Y cómo están tía Rose y tío Bill?- preguntó la morena interesada.
- Como siempre… muy bien. Te envían recuerdos y muchos besos.- respondió Lu sonriente.

Lucy Wells, Lu para sus amigas, llevaba trabajando varios veranos en el bar de sus tíos y sus amigas Lily y Lizzy se habían apuntado a ayudarle. De paso conseguían un dinerito extra para sus gastos…

Los padres de Lucy, Eleanor y Roger Wells eran dueños de la tienda Honeydukes que se encontraba en Hogsmeade.
Tío Bill era el hermano menor muggle de Roger y tenía un hijo, Nick, de dieciocho años, rubio y con unos ojazos azules que andaba detrás de Lily.

/------------------------/

Poco tiempo después, el viaje en carruajes terminó y el inmenso colegio de Magia y Hechicería, Hogwarts, apareció a la vista de los alumnos.

Los estudiantes iban con sus equipajes a dejarlos a la entrada del castillo y, una vez allí, los elfos domésticos los llevarían a sus respectivas habitaciones.

Nuestras tres amigas habían hecho bien en coger el carruaje las últimas… así no habría testigos…

Las chicas se dirigieron lenta y sigilosamente hacia la entrada del castillo.
- ¿Estáis seguras de lo que vamos a hacer? ¿No será pasarse un poco?- preguntó Lu sacando a relucir su lado bueno.
- ¿Pasarse un poco? Ellos no se pararon a pensar cuando se robaron tu diario, hicieron miles de fotocopias y lo colgaron por todas las paredes del castillo.- le recordó Lizzy mientras a la rubia le venían a la cabeza imágenes de unos humillantes recuerdos del curso anterior.
- ¿Dije algo? ¿Yo dije algo? ¿Dónde están esos baúles?- dijo Lu atropelladamente a la vez que Lizzy y Lily sonreían.

Las tres chicas convocaron los equipajes de los Merodeadores y con un hechizo desvanecedor, lo enviaron a otro lugar…
- Vámonos o sospecharán algo…- comentó Lizzy metiendo prisa a las chicas.

/-------------------/

En el Gran Comedor, ya estaban todos los estudiantes esperando para la Gran Selección; unos nerviosos, otros asustados, unos pocos impresionados, otros mirando a su alrededor asombrados… pero nadie se percató de las sonrisitas traviesas de tres jóvenes Gryffindorianas.

Mientras la selección daba comienzo y un tal Kevin Brooks era llamado al frente por la profesora y subdirectora Minerva McGonagall, un castaño no paraba de mirar hacia sus compañeras de Gryffindor.

Éstas estaban sentadas en una esquina de la gran mesa de su casa y comentaban cosas entre sí sobre los nuevos alumnos. Aún no podía entender cómo era que esas tres chicas fueran tan impopulares. Si prácticamente se podía decir que fueran los Merodeadores pero en chicas…
- Eh, chicos!!- llamó Sirius a sus amigos en voz baja, interrumpiendo los pensamientos del castaño.- ¿No os parece que esas tres están muy tranquilitas?- preguntó señalando con la cabeza a las tres chicas que Remus había estado observando.
- A decir verdad, es extraño, Canuto. Pero mejor para nosotros. ¿No habíamos quedado en pasar de ellas? Será lo mejor…
- Ya salió Remus Lupin el responsable!!
- Sirius, ¿te has parado a pensar que este es el último año en Hogwarts? Este va a ser un año muy importante y como sigamos como los anteriores…
- Chicos no empecéis.- cortó James al ver que su amigo Sirius se disponía a abrir la boca.- Ya sabéis como sois los dos, así que no vale de nada que empecéis a convenceros el uno al otro de lo que pensáis al respecto.

Así, James Potter dio por terminada la discusión, pero se quedó pensando en lo que habían hablado sus amigos…

La ceremonia de selección transcurrió sin problemas, los alumnos acogieron con alegría a los nuevos miembros de sus casas y después de que el director pronunciara las palabras mágicas, apareció la esperada comida.

- ¡Comida!- comentó alegre una pelirroja mientras se abalanzaba sobre un poco de filete con patatas que había aparecido en frente de ella.
- Tranquila, Lils. Cualquier día de estos te vas a indigestar.-comentó Lu.
- Pero es que estoy deprimida… y cuando me deprimo me da por comer.- contestó la pelirroja haciendo pucheros.
- ¿Por qué estás deprimida?- preguntó extrañada la morena.
- ¡¡Pues porque voy a echar de menos los pasteles de tía Rose!! Y esas tartas de chocolate… mmm… - a la pelirroja se le hacía la boca agua sólo de pensar en las tartas de tía Rose mientras que las dos chicas habían empezado a reírse abiertamente de ella.

Al extremo de la mesa Gryffindoriana…
- ¿Sabes lo que voy a echar de menos al ir a tu casa de verano, Cornamenta?
- ¿La comida tan buena que te hacía?- contestó James a Sirius.
- ¬¬ ¿La comida que me hacías dices? ¡Si llamabas a tu madre todos los días para que te la trajera!
- Pero aún así estaba buena.
- Sí, pero eso no era lo que quería decir… Lo que realmente echaré de menos será… a tu vecina.- respondió Sirius recordando momentos pasados.
Ante esto, James y Remus pusieron los ojos en blanco.
- Pues sí que me he perdido cosas en las dos semanas que me fui a visitar a mi tío Sam.
- No lo sabes tú bien, Lunático.- contestó James.

La cena transcurrió sin incidentes importantes que comentar. Cuando los alumnos estuvieron completamente saciados y la comida empezaba a desaparecer ante los ojos de una pelirroja que intentaba por todos los medios guardar toda la comida, el director Albus Dumbledore se puso en pie para pronunciar su discurso de bienvenida de todos los años.

- Alumnos y alumnas, profesores y profesoras… tengo el placer de darle la bienvenida otro año más a este…- pero el anciano director se interrumpió al ver entrar a su conserje Argus Filch.

Éste, un hombre mayor, con escaso pelo entrecano y un uniforme que podía ser nominado al más sucio, entraba corriendo de una forma… “peculiar” por el gran pasillo del Gran Comedor mientras los estudiantes se daban la vuelta y se reían a su paso.

- Señor, disculpe la interrupción, pero ha pasado algo… Han aparecido tres baúles en el Lago, señor Director.
- ¿Cómo?- dijo el anciano poniéndose serio.
- Como lo oye. Son los equipajes de Potter, Black y Lupin. Estoy seguro de que han sido ellos, darle más trabajo al pobre Filch…- contestó el conserje mientras agitaba la cabeza enfadado.

Los Merodeadores giraron la cabeza bruscamente al oír nombrar sus nombres. ¿Cómo que sus baúles estaban en el Lago? ¿Y sus cosas?

- He tenido que sacar los tres baúles señor, pero el agua ha calado. Está todo mojado.

Ahora todo el Gran Comedor estaba pendiente de las caras de los Merodeadores en las que se reflejaban sus emociones y la cara de tontos que se les había quedado al escuchar lo ocurrido. Todas sus pertenencias mojadas. ¿Quién había sido capaz de hacer semejante locura? ¿Quién?

- ¡Fueron ellas! ¡Seguro que fueron esas locas!- dijo uno de los chicos levantándose y señalando a tres Gryffindorianas que permanecían tan tranquilas.
- ¿Qué? ¿Nosotras? ¿Por qué tenemos que ser nosotras?- preguntó una morena muy alterada.
- ¿Tiene alguna prueba de lo que está diciendo, señor Black?- interrogó tranquilo el director.
- No.- contestó el moreno abatido.
- Pues entonces no podemos acusar sin saber. Quizás ha sido algún lamentable descuido. Se arreglará en cinco minutos. Todos los alumnos a sus dormitorios. Los prefectos de las respectivas casas que guíen a los alumnos. Potter, Black y Lupin, acompañadme.

Y con esto, el anciano salió del castillo seguido del conserje y de los tres Merodeadores que aún continuaban en estado de shock.

Por su parte, las chicas seguían con su pose de indignación ante la mención de su culpabilidad y al llegar a su dormitorio, que por suerte no compartían con nadie más…

- ¡Jajajaja! ¿Habéis visto sus caras?
- Sí, jajajjaja ¡vaya caras!
- Ha sido digno de verse, chicas. ¡Jajajja!
- ¡Estamos hechas unas genias!

Una pelirroja, una rubia y una morena estaban desternillándose de la risa recordando lo sucedido con los chicos. Había sido tan fácil hacerlo…

/---------------------------/

Más tarde, en el cuarto de los chicos, James, Sirius y Remus habían vuelto del Lago con todas sus cosas en perfecto orden y estado. Todo gracias al director que las había vuelto igual que antes.

- Chicos, esto no puede quedar así.- comentó el castaño.
- Por primera vez estoy de acuerdo contigo, Lunático. Esas locas no pueden salir impune de ésta.- estuvo de acuerdo el moreno.
- Nadie se mete con un Merodeador y se queda tan tranquilo. Encima se hacen las indignadas. Quieren guerra… pues la van a tener…




Weno, hasta aquí el capi, siento k los primeros sean tan... aburridos?? no sé, es k al principio tienen k salir los personajes y eso, pero k pronto
se podrá interesante (o eso espero Very Happy)

Besitoooos!!!!

Beny
# Beny #
# Beny #

Mensajes : 5
Fecha de inscripción : 05/10/2008

Volver arriba Ir abajo

.·* Entre Cuentos muggles te conocí *·. Empty Re: .·* Entre Cuentos muggles te conocí *·.

Mensaje  chio Jue Oct 09, 2008 2:34 am

WOU..ESTE CAP ESTUNBO MUY BUENO... LAS CHICAS SON UNAS GENIA....
SE BIENE LA GUERRA...JEJEJEJ
SIGUELO MUY PRONTO...
AAHHH.. ME OLVIDABA... SOY DE ARGENTINA, ME LLAMO ROCIO Y TENGO 15, EN DICIMBRE CUMPLO LOS 16... TU TMB ME PUEDES DECIR EDAD NOMBRE Y D DONDE ERES....
BUENO
ME DESPIDO
CUIDATE
BESOS
**CHIO**
chio
chio

Mensajes : 83
Fecha de inscripción : 27/08/2008

Volver arriba Ir abajo

.·* Entre Cuentos muggles te conocí *·. Empty Re: .·* Entre Cuentos muggles te conocí *·.

Mensaje  # Beny # Jue Oct 23, 2008 9:17 pm

HOlaa!!!
Embarassed Embarassed Embarassed Perdón x tardarme tanto pero es k estoy muy ocupada con los estudios Embarassed Embarassed Embarassed
Bueno aquí traigo el siguiente capi... Se viene la guerra Twisted Evil Twisted Evil Twisted Evil
Ahh!!! Chio, yo me llamo Inma (me puedes llamar Beny o Inma, como quieras Very Happy), soy de Córdoba (en España) y tengo
16 años (también cumplo los años en Diciembre Very Happy pero cumplo 17) y bueno.... aquí estoy Very Happy Very Happy Very Happy Very Happy Very Happy
Bueno, pues ya sin más... dejo el siguiente capi y perdona por tardarme tanto Sad



oo0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0oo

CAPÍTULO 3: “¿QUÉ HAY DE AQUELLA VEZ QUE…?”

La primera semana pasó sin importantes cosas que mencionar, salvo los típicos roces entre los alumnos de las casas rivales: Gryffindor y Slytherin.

Los ya comunes castigos de los Merodeadores por las bromas que hacían a los de primero… pero había algo que no encajaba en esa semana tan tranquila y pacífica…

- Chicas, ¿no os parece que los Merodeadores están demasiado tranquilos?- comentó en un susurro la pelirroja mientras salía de la Biblioteca con Lizzy y Lu.
- La verdad es que no es lo que me esperaba de ellos… ¿Tan bien se lo han tomado? No sé, pero todo esto me huele a chamusquina.- contestó Lizzy.
- Quizás decidieron que nosotras no teníamos nada que ver…
- De cualquier forma, Lu, siempre nos dan “la bienvenida” a su manera… y este año no lo han hecho todavía.- dijo la pelirroja.
- A lo mejor ya decidieron dejarnos tranquilas y ocuparse de lleno a sus conquistas.- aventuró la morena recordando a todas las chicas que se acercaban a la mesa de Gryffindor en el Gran Comedor mientras estaban los Merodeadores por allí.
- Quizás…

Las tres amigas se dirigieron hacia el Lago, a sentarse bajo un árbol grande en el que solían descansar tras sus horas de estudio o de lectura en la Biblioteca.

Lo que no se imaginaban, es que nada estaba más lejos de la realidad. Ésa sólo era la calma que precedía a la tormenta.

/-----------------/

James, Sirius y Remus se habían pasado toda la semana tratando de calmarse; al fin y al cabo, como dicen, la venganza es un plato que se sirve frío y de nada les iba a servir precipitarse. Cuanto más tranquilas estuvieran las víctimas, mejor.

Y mientras dejaban que las chicas se confiaran, iban armando el contraataque.

- ¿Qué tal si las secuestramos? Con suerte se perderán las clases y creerán que “han hecho la rata”… seguro que las expulsan…
- ¿Y dónde piensas retenerlas, Canuto?
- Pues en la Casa de los Gritos, por ejemplo, Lunático.
- ¿Y qué pasará en las noches de luna llena, listillo?- preguntó el castaño malhumorado.- Además, ¿cuánto piensas tenerlas secuestradas? ¡Alguien se enterará!
- Y tú que eres tan listo ¿por qué no piensas en algo, eh?- respondió el moreno de mala gana.
- Mmmm… ¿por qué no le damos el cambiazo a sus deberes? Así bajarán sus notas… - propuso el castaño.
- Eso ya lo hemos hecho antes. ¡Ya está! Le tiramos la bludger encima en el próximo partido de quidditch.
- ¿Canuto, se te olvida que las golpeadoras son dos de ellas?- dijo el castaño refiriéndose a Lizzy y a Lu.
- ¿Y qué?
- ¿Cómo que “y qué”? ¿Cómo piensas quitarles los bates para tirarles la bludger?
- Chicos, tranquilos.- cortó el ojiavellana que llevaba desde que había comenzado esa “lluvia de ideas” callado y pensativo.- Sirius se trata de pasar desapercibidos. Si no nos castigan, el placer de la venganza será mayor.
- Pero ellas sabrán que hemos sido nosotros.- replicó Sirius.
- No tendrán pruebas…
- … y no nos culparán de nada.- concluyó el castaño.
- ¿Y bien? ¿Qué hacemos? Porque tú tampoco eres de gran ayuda, Cornamenta.
- ¿Han oído hablar… del libro de las L?- preguntó el aludido con una sonrisa.
- Cornamenta, ¿cómo voy a escuchar hablar de ese libro si no voy nunca a la Biblioteca?- respondió alterado el moreno.
- Pues yo no he oído hablar de él…- contestó pensativo el castaño.
- Tienen suerte. Yo sí.

# FLASHBACK #

Un ojiavellana se encontraba tras una columna, muy ocupado besando el cuello de una rubia, mientras la chica le acariciaba la espalda y todo lo que pillaba a su paso.

De pronto, escucharon pasos y risas…

La rubia abrió los ojos:
- Vaya… si son las marginadas…

El ojiavellana, al ver que le habían cortado el rollo, se dio la vuelta mientras se arreglaba la camisa y la corbata que se les había movido de sitio.

- ¿Qué están haciendo?
- Creo que están haciéndose fotos, o algo así. Eso que tienen en la mano me parece que es una cámara de fotos muggles.

Ante el comentario de la chica, el ojiavellana le miró sorprendido.
- ¿Qué? Una amiga me ha hablado de esos aparatos.
- ¿Para qué se querrán hacer fotos esas locas? De seguro estropean la cámara…
- Tienen un libro. Es como un álbum de fotos en el que guardan todos sus recuerdos y demás tonterías de las tres. Seguro que las fotos son para el libro.
- Así que un libro… -comentó pensativo el chico.- ¿Y tú cómo sabes eso Hilary?
- Los chismes vuelan querido… Pero, ¿qué te parece si volvemos a lo nuestro?- se insinuó con una sonrisita la rubia mientras agarraba de la corbata al chico y lo acercaba hacia ella.

# FIN FLASHBACK #


Los chicos habían cogido el mapa y la capa, tenían una importante misión por delante: llevar a cabo su venganza.

- Remus, ¿estás seguro que no estarán en la habitación?
- Sí, James, las he visto dirigirse al Lago. Pero de todas formas lo he confirmado en el mapa.
- Ok. Cuando vuelvan se encontrarán con una agradable sorpresa…- contestó el ojiavellana con una malévola sonrisa.

/---------------------------/

El día llegaba a su fin, y para cuando las chicas estaban ya medianamente convencidas de que habían escapado de la ira de los Merodeadores ilesas, se dirigieron después de cenar hacia su dormitorio bajo la atenta mirada de tres chicos que intentaban disimular una sonrisita.

Ahora vendría la diversión…

La rubia fue la que abrió la habitación… y la primera en observar el desastre…

- ¿Qué pasa, Lu? ¿Por qué no entras?- preguntó la pelirroja al ver que su amiga no entraba en el dormitorio.

La chica se había quedado en tal estado de shock que no podía ni pronunciar dos palabras seguidas. Lizzy que había visto algo en el suelo, se agachó a recogerlo.

- No puede ser…- susurró y acto seguido empujó a la rubia de la puerta para poder entrar.

La pelirroja que no entendía nada, se quedó muda de la impresión al ver lo que aparecía ante sus ojos…

El dormitorio de las chicas se hallaba completamente desordenado y todo hecho trizas… Las sábanas de las camas estaban rotas, la ropa fuera de sus armarios y hechas jirones, las pertenencias que guardaban en el baúl desparramadas por toda la habitación… Parecía como si un huracán hubiera arrasado con todo…

Pero lo peor no era aquello… Era lo que la morena aún sujetaba en la mano.

Esparcidos por el suelo, se encontraban los restos de su querido Libro… tantos momentos, recuerdos e historias vividas juntas a la basura.
Habían destrozado completamente su querido álbum de fotos, las imágenes estaban rotas totalmente… y ni hablar ya del álbum en sí…

La portada, con tres L grabadas y unidas en él, también estaba destrozada, para variar…

Las chicas se acercaron a sus respectivas camas en medio de todo aquel destrozo para comprobar si algo había salido ileso… Era inútil.

- ¿Quién ha hecho esto?- gritó la pelirroja con lágrimas en los ojos.

Sus dos amigas no pudieron contestar, se hallaban en el mismo estado que ella y no sabían qué hacer.

De repente, la rubia vislumbró algo brillante entre tantos jirones de ropa… cuando lo tuvo en su mano no lo pudo creer. Una snitch.
Entonces vieron cómo la morena se levantó sin decir palabra y salió precipitadamente de la habitación.
Lily y Lu se miraron y la siguieron.

En la sala común de Gryffindor, los pocos alumnos que se encontraban allí (entre ellos los Merodeadores) permanecían ajenos a lo ocurrido.

Remus estaba leyendo un libro sobre Magia Antigua, mientras que sus amigos, James y Sirius miraban una y otra vez hacía las escaleras que conducían a los dormitorios de las chicas.

- ¡Ya me cansé!- dijo el moreno levantándose y poniéndose de pie delante del ojiavellana, que ya no pudo ver más.- Se están tardando demasiado, ¿no creen? A estas alturas deberían haber gritado ya…

El moreno se dio la vuelta, cuando de pronto sintió como alguien lo tiraba al suelo y se subía encima de él. Sólo alcanzó a ver una larga cabellera morena y rizada.

- ¡¡Tú!!

Lizzy había salido corriendo del dormitorio, pero como Sirius se interpuso en el campo visual del ojiavellana, éste no pudo avisarle que una chica histérica y con furia en sus ojos venía hacia él.
Y así, la chica se encontraba encima del Merodeador ahogándole con sus manos mientras el chico forcejeaba sin respiración.

- ¡Ay- ayúden… me!- decía el muchacho con voz ahogada.

James y Remus se habían levantado corriendo para tratar de ayudar a su amigo, cuando las otras dos chicas se abalanzaron también sobre ellos.

Lu había ido a por el castaño y ahora que ambos estaban en el sillón que minutos antes ocupaba el chico, la rubia trataba de golpear al chico por donde pillaba.

La pelirroja mientras tanto, le había dado un buen derechazo en la cara a James.

- ¡¿PERO QUÉ ES ESTO?! ¡Sepárense!- ese grito era de la profesora McGonagall que, alertada por uno de los alumnos de segundo año que había presenciado todo, había acudido a imponer el orden con su pijama de dormir y bata escocesa ya puestos.- ¡QUE SE SEPAREN HE DICHO!

Y no era para menos, la morena seguía encima de un ya amoratado Sirius que se ahogaba sin remedio, Lu estaba también encima del castaño golpeándolo y la pelirroja agarraba a James para atacarlo otra vez.

La profesora, fuera de sí del enfado, sacó su varita y los separó con ella.

- ¿Ustedes creen que esto es normal?- paseó su mirada entre los seis chicos y deteniéndose en las alumnas: ¿Les parece correcto su comportamiento, señoritas? ¡¡Esto es un hecho muy grave!! ¡¡Han atentado contra la integridad física de unos compañeros!!
- ¿Y ellos qué?- dijo la morena saliendo de su trance de mutismo, pero con la misma mirada encolerizada.
- ¿Qué pasa con nosotros?- preguntó inocentemente el ojiavellana.
- ¡No se hagan!- exclamó con rabia la pelirroja.- ¡Han sido ellos!
- ¿Qué han sido ellos el qué? ¿qué ha pasado aquí?- inquirió la profesora.- Sepa, señorita Evans, que nada de lo que diga justificará lo que han hecho.
- ¡Pero profesora! ¡Destrozaron nuestras cosas! ¡Están todas nuestras pertenencias rotas! ¡Entre a la habitación!- dijo la rubia desconsolada.
- ¡Sin exc-…! ¿Qué?- la profesora entró rápidamente al dormitorio de las tres amigas, cuando comprobó que era verdad lo que Lu decía volvió sobre sus pasos.- ¿Han sido ustedes?- preguntó con voz amenazante.
- ¿Nosotros? ¿Por qué tenemos que ser nosotros? ¿Porque lo digan esas locas? ¡Han sido ellas las que se han abalanzado sobre nosotros sin razón alguna!- contestó alterado el moreno.
- ¿Sin razón alguna? ¿Y qué hacía la snitch del estúpido de tu amiguito en nuestro dormitorio?- preguntó sagazmente la rubia sacando la mencionada pelotita de su bolsillo.

Los Merodeadores se miraron entre sí alarmados.

- ¡Ya estoy harta de ustedes! ¡Siempre peleando! Año tras año de peleas, bromas, discusiones… ¡Se acabó! ¡Castigados los seis! ¡Al despacho del director!
- ¿Qué? ¿Y nosotras por qué? ¡Han sido ellos los que han destrozado nuestras cosas!- exclamó indignada la pelirroja.
- Sin rechistar, señorita Evans. Los seis me acompañan. ¡Ahora!
Y seguidos de los seis alumnos más problemáticos en toda la historia de Hogwarts (N/A: un poco exagerada, lo sé xDD), la profesora McGonagall se dirigía hacia el despacho de Albus Dumbledore, sin ser consciente que a sus espaldas se decían de todo con las miradas. Si las miradas matasen…

- ¡Esperen aquí! ¡¡Y ay de ustedes si vuelven a pelear mientras no estoy!!- comentó la profesora mientras entraba al despacho y cerraba la puerta tras de sí para informar al director de lo ocurrido.

Minutos después, una muy aireada profesora salió.
- No se preocupe más, Minerva. Yo lo solucionaré todo. Buenas noches.- se escuchó decir al anciano director.- Entren, chicos.

Los seis entraron sin inmutarse ni asustarse ante lo sucedido, cada cual tenía sus motivos y estaban seguros de ellos.

- Lo que habéis hecho ha sido algo muy grave…- decía el anciano mientras meneaba la cabeza hacia los dos lados.- Por parte de todos. Y como todos tienen que ver en esto, seréis castigados los seis.
- ¿Qué? ¡Pero ellos destrozaron nuestras cosas!- contestó alterada la morena.
- Señoritas, tranquilícense. Sus cosas están siendo reparadas por la profesora McGonagall en este momento. Sólo ha sido un pequeño disgusto.
- ¿Y por qué nosotras?- preguntó la pelirroja.
- ¿Y lo preguntas?- dijo el ojiavellana señalándose su ojo que ahora se veía del color de las moras silvestres.
- Sí, casi nos matáis… Y además que habéis empezado vosotras.- apuntó Sirius.- Vosotras echasteis nuestros baúles al Lago.
- ¿Y qué hay de cuando nos encerrasteis el año pasado en el cuarto de baño durante el baile de fin de curso?- preguntó la morena.
- Por vuestra culpa nos perdimos antes el baile de Navidad. Gracias a unas botellitas de whiskey de fuego que “alguien” dejó en nuestra habitación.- contestó James.
- Vosotros fuisteis libres de beberlo o no. Además, ¿os tengo que recordar lo que hicisteis con mi diario?
- Tú me grabaste a mí cantando en la ducha y luego esas grabaciones se escucharon por todo el castillo.- respondió el castaño.
- Sí, la culpa es de vosotras. ¿Qué hay de aquella vez que nos robasteis los trabajos de Pociones en tercero? ¡Estuvimos dos semanas castigados limpiando las mazmorras!- explicó Sirius.
- Vosotros nos robasteis antes los nuestros para copiarlos, y tuvimos que hacerlos de nuevo.- contestó Lily.
- ¿Y quién…?
- ¡¡Ya!! Son muy interesantes todas esas anécdotas… Pero no gasten saliva en excusarse. Como ya he dicho, los seis serán castigados.- silenció Dumbledore a los chicos poniéndose en pie y sonriendo dijo: ¿Habéis visto alguna vez “Las tres mellizas”?


oo0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0oo

Espero que haya gustado... ahora se viene lo interesante Razz

Besitos,

Beny
# Beny #
# Beny #

Mensajes : 5
Fecha de inscripción : 05/10/2008

Volver arriba Ir abajo

.·* Entre Cuentos muggles te conocí *·. Empty Re: .·* Entre Cuentos muggles te conocí *·.

Mensaje  chio Vie Oct 24, 2008 11:41 pm

INMA, ME GUSTA MAS DECIRTE ASI, ESTE CAP FUE MUY BUENO, ME ENCANTO COMO LAS CHICAS GOLPIARON A LOS CHICO..JEJEJJE..MUY DEVERTIDO
QUE SON "LAS TRES MELLIZAS"?????
SIGUELO PRONTO
BESOS
**CHIO**
chio
chio

Mensajes : 83
Fecha de inscripción : 27/08/2008

Volver arriba Ir abajo

.·* Entre Cuentos muggles te conocí *·. Empty Re: .·* Entre Cuentos muggles te conocí *·.

Mensaje  # Beny # Mar Nov 18, 2008 11:03 pm

Embarassed Embarassed Embarassed Embarassed Embarassed Embarassed Embarassed Embarassed
Perdoooon!!! Ay... perdón por no pasarme antes, pero es que he estado muy ocupada con los estudios últimamente... Neutral
Pero bueno, traigo capi y espero recompensar la espera... lo sientooo...
Antes que nada una aclaración... Chio, "Las tres mellizas" es una serie de dibujos animados que echaban antes en España
en la televisión y era muy entretenida. Eran tres hermanas mellizas que cada vez que se metían en un lío, la Bruja Aburrida las
mandaba, como castigo, a un cuento.
Como podrás ver, he cogido esta idea y la he traído al mundo de Harry Potter... no sé, me gustó la idea Very Happy
Así que aquí va el primer cuento... que por cierto, también he de advertir que el cuento no es mío, lo he tomado para este fic y
quizás lo modifique algo o mucho. Pero la esencia va a ser la misma.



CAPÍTULO 4: “¿POR CASUALIDAD, TE LLAMAS DOROTHY?”

- ¿Habéis visto alguna vez “Las tres mellizas”?

Los chicos se quedaron con cara de no entender nada, salvo la pelirroja, que por ser hija de muggles conocía la serie de dibujitos de la que hablaba el director, y la rubia que gracias a Lily y a sus tíos había oído hablar de ellas, pero sólo le sonaban.

- Disculpe señor, pero ¿qué tienen que ver unos dibujos con esto?
- Mucho, señorita Evans. Bueno, no importa. Estoy seguro que usted sabrá a lo que me refiero más tarde y que se lo explicará a sus compañeros.

Pero la chica seguía sin saber a lo que se refería el anciano.

- ¡Fawkes! Ven aquí.- llamó el director al fénix que se acercó para posarse en su hombro izquierdo. El anciano le cogió una pluma de su cola.- Bien. Sepan que deberán cumplir unos encargos como castigo.

¿Encargos? ¿Qué encargos?
Los Merodeadores se miraban entre sí confiados, sólo iban a hacer unos recados, mientras que las chicas lo hacían con desconfianza.

- Los voy a enviar a un lugar… en el que hay una persona con problemas. Ustedes se encargarán de ayudar a esa persona.
- ¿Qué? Disculpe, profesor Dumbledore pero nosotros no somos las hermanitas de la caridad.
- Ya lo sé, señor Black. Pero confío en que lo harán. Y sabré que si han llevado a cabo el encargo o no. Mientras la misión no llegue a buen puerto, ustedes no volverán. Y deben hacerlo juntos. Los seis.

Ahora los chicos sí se miraron con desconfianza… ¿qué clase de castigo era ése?

- Acérquense. Tomarán la pluma de Fawkes y viajarán con ella.
- ¿Ahora?- preguntó asombrada la morena.
- Ahora. Haberlo pensado mejor antes de empezar con todo esto.- añadió severamente el director, pero pronto su expresión se tornó sonriente al imaginar lo que les esperaba a los chicos.- Agárrense bien y ya saben, deben trabajar en equipo. Buen viaje.

Con esto, los seis alumnos se acercaron a la pluma que el director les tendía, pero antes de cogerla, la dejó caer y una inmensa neblina los cubrió llevándoselos lejos, muy lejos de allí.

- ¡Ups! Se me olvidó decirles que no aparecerán juntos…- comentó el anciano director mirando con una sonrisa a su querido fénix.

/---------------------------/

La repentina niebla que había arrastrado a los chicos, estaba disipándose por fin. Pero para cuando el moreno se dio cuenta, ya estaba solo y… colgado en lo que parecía ser un poste. Mirando a su alrededor, pudo descubrir que estaba en medio de un huerto, y al mover la cabeza fue cuando se dio cuenta de algo. Estaba completamente relleno con paja.

- ¿Pero qué demonios es esto?- preguntó alterado el joven agitando los brazos y las piernas, movimiento tras el cual esparció más paja en el suelo.- ¡¿Soy un espantapájaros?!

/-------------------------------/

La muchacha pelirroja cayó de pronto sobre una extensión de hierba verde. Menos mal que había caído sobre blando…

- Pero, ¿dónde están los demás?- se preguntó la chica al mirar a su alrededor, cuando al levantarse se dio cuenta de la vestimenta que llevaba.- ¿Qué es esto? ¿Dónde está mi ropa?

La pelirroja llevaba un impactante vestido color púrpura con brillantina, que se adaptaba perfectamente sobre su figura y le llegaba por encima de las rodillas. Como calzado llevaba unos tremendos zapatos de plata con unos tacones bien altos y una letra grabada en ellos, la N. Para coronar lo que parecía ser un disfraz salido de cuento, sobre su cabeza descansaba un enorme sombrero puntiagudo del mismo color que su ajustado vestido y con la misma letra que sus zapatos.

- Me lo parece a mí, o… ¿estoy disfrazada de bruja?- dijo la pelirroja mirando a su alrededor. - ¡Casas! ¡Allí debe de haber alguien que me diga dónde estoy!

Las casas a las que se refería la chica no estaban muy lejos de allí. Al lado del prado donde había caído, había un camino con baldosas doradas y al otro lado, se podía ver el pueblecito que había divisado la pelirroja.

- Un momento… Estoy desvariando, ¿baldosas doradas? ¿Casas azules?- y así era, las casas que había visto la chica eran completamente azules, y no solo las casas, todo lo que estaba a la vista del pueblo era del mismo color del cielo.

Para cuando decidió acercarse al pueblo, al otro lado del camino vio cómo salía una mujer anciana y con un traje negro y sombreros y zapatos de plata a juego. Se podría decir que el atuendo era parecido al de la pelirroja, sólo que el de ésta era mucho más ajustado.

Estaba por preguntarle a la mujer cuando de improviso y de la nada una enorme casa aterrizó sobre la anciana aplastándola por completo.

- ¡Dios mío! ¡La ha matado!

La puerta de la casa se abrió y de ella salió corriendo un animalillo pequeño.

- ¡Toto! ¡Ven aquí!- tras el perrillo había salido una muchacha de apenas diez años, con dos coletas que recogían su cabello castaño rojizo y un vestidito a cuadros azul y blanco.

*¿Toto?* La pelirroja que seguía atónita ante la escena se quedó pensativa. *Esta chica no será…*

Una vez que la niña cogió por fin a su perrito, se paró a mirar a su alrededor.

- Perdone, ¿me puede decir dónde estoy?

*A buena persona has ido a preguntarle…* Pensó la pelirroja al ver cómo la niña se acercaba a ella.

Entonces fue cuando dos mujeres del pueblo salieron a recibirlos. Iban completamente vestidas de azul.

- ¡¡Has matado a la bruja!!- exclamó una de las mujeres.
- ¿Qué? Y-yo… yo no he matado a nadie…- decía asustada la niña.
- Sí y ¡¡¡nos has liberado!!! ¡¡¡Somos libres!!!
- P-pero… No sé de qué me está hablando… Yo es-estaba en mi casita de Kansas con mis tíos cuando un tornado nos envolvió a Toto y a mí, y nos trajo con la casa hasta aquí… Pero yo no he matado a nadie…

La pelirroja se quedó pensativa ante aquellas palabras. ¿Podía ser posible lo que estaba imaginándose?
Miró hacia la casa, y entonces fue cuando vio los pies de la mujer sobresalir de la casita, con sus zapatos de plata.

- En todo caso lo ha hecho tu casa.- contestó la pelirroja.
- Sí, haz caso a la bruja del Norte. Ella es buena y sabe lo que dice.

*Oh, no… Dime que esto no es verdad…*

- ¿Por casualidad, te llamas Dorothy?- preguntó con temor la pelirroja.
- Sí, ¿cómo sabe usted mi nombre?
- Eh… soy… la bruja del Norte, ¿no?- se volvió para mirar a las dos mujeres, mientras éstas asentían con la cabeza.
- ¿Bruja? Esto no puede estar pasando…- dijo la niña.
- Totalmente de acuerdo contigo.- susurró la pelirroja.- Tranquilízate, Dorothy. Te explicaré lo que sucede. Estás en la tierra de Oz.- dijo la pelirroja dubitativa, pero al ver que las mujeres no negaban nada, prosiguió con pesar.- Esa mujer que has aplastado con tu casa era la Bruja del Este. Era una bruja muy mala…
- Sí. Tenía esclavizados a nuestro pueblo: los Munchkins.- dijo una de las mujeres de azul.- ¡Pero ahora somos libres gracias a ti!
- ¡Oh! ¡Ha desaparecido!- exclamó la otra mujer.- ¡La Bruja ha desaparecido!

La pelirroja se volvió hacia la casa y, en efecto, la Bruja se había quemado al sol y ahora sólo quedaban sus zapatos. Tal y como en el cuento.

- Será mejor que cojas esos zapatos, pequeña. Te serán de mucha ayuda.- aconsejó la pelirroja.
- Pero yo no quiero unos zapatos. ¡Yo quiero volver a mi casa!
- Para ello, lo mejor será que vayas a la Ciudad Esmeralda.- dijo una de las mujeres.
- Sí, seguro que el Gran Oz, que es un gran mago, te ayudará.- coincidió la otra.

La niña se veía asustada, y no era para menos. A la mañana había estado feliz en su casita de Kansas y ahora estaba en un lugar desconocido y encima había brujas.

La pelirroja tomó una decisión, si bien el cuento no era así, de nada conseguiría que la niña se fuera sola. Además, ¿qué otra cosa podía hacer?

- Tranquila, pequeña Dorothy. Yo te acompañaré hasta el Gran Oz. No dejaré que te pierdas. *Sólo espero no perderme yo.*

Y así, la pelirroja cogió de la mano a la niña, que estaba más calmada y junto a las dos mujeres se dirigieron hacia el pueblo de los Munchkins.

El instinto le decía a la Bruja que debían ir para allá…

/-----------------------------/

La joven rubia había acabado por soltar la mano de su amiga Lily cuando la niebla estaba por disiparse, pero no lo había hecho con la de la morena. Así, ambas chicas habían acabado juntas en medio de aquel pueblo tan… ¿azul?

- Lizzy, ¿sabes dónde estamos? Es mi imaginación, ¿o veo azul por todos lados?- la rubia se dio la vuelta a encarar a la chica, al ver que ésta no contestaba.

Pero su amiga estaba lo suficientemente sorprendida como para no poder articular palabra.

- ¿De dónde ha salido ese vestido?- preguntó asombrada la rubia.

Lizzy se miraba el vestido largo blanco que llevaba puesto. Éste, con un escote palabra de honor, se le cernía bajo el pecho para caer suelto sobre la figura de la morena.

- Y-yo… No tengo ni idea.- pero cuando la morena alzó la vista para mirar a su amiga, ahora fue ella la sorprendida.- ¿Y qué hay de tu ropa? ¿No llevabas unos pantalones negros y un jersey naranja?
- ¿Qué dices? Si yo…- la rubia se interrumpió al verse puestos unos vaqueros azules y un jersey de tirantes azul celeste.- ¿Por qué voy de azul?
- ¡Eh, Lu! ¡¡Mira!! Por allí se acercan personas. Una de ellas se me hace familiar…- dijo pensativa la morena.- ¡Es Lily!

La rubia se giró para ver lo que su amiga le señalaba. Era cierto, la pelirroja, también vestida de otra manera, estaba entrando al pueblo y se acercaba a ellas agarrada de la mano de una niña y acompañada de dos mujeres que, para variar, vestían de azul.

Una vez que las recién llegadas estuvieron a la altura de Lu y de Lizzy, Lily habló para explicarles lo sucedido, no sin una advertencia en sus ojos.

- Hola, chicas. Esta niña es Dorothy, se ha perdido y tenemos que acompañarla hasta la Ciudad de las Esmeraldas. Ella es la chica que hay que ayudar.- contó la pelirroja con una significativa mirada.

En cinco minutos, la niña les explicó a las dos amigas su situación.
Pero algo no encajaba para las amigas, ¿cómo las iban a ayudar? ¡No entendían ni papa de lo que había dicho! Y encima los Merodeadores se habían escaqueado como siempre…

- ¿Y vosotras quiénes sois?- preguntó Dorothy.
- Pues, yo soy Lizzy…
- Ella es Lizzy, la ayudante de mi querida hermana la Bruja del Sur.- habló atropelladamente la pelirroja.- La mandé llamar porque… necesitaba su ayuda para llegar hasta Oz.

¿Oz? La morena se había quedado más desorientada que antes, pero en la cabeza de la rubia se había formado una descabellada idea… No era posible, ¿o sí?

- Y ella es Lu. Como ves, viste de azul, por lo que es del pueblo de los Munchkins. Y también nos acompañará… porque… porque…
- Porque necesito llegar hasta Oz para que me ayude a encontrar a mi familia, la cual está secuestrada por la malvada Bruja.- contestó la rubia.
- Señora, ¿podría darnos comida para el viaje?- preguntó inocentemente la niña a una de las mujeres que aún seguían allí.
- Claro.

Mientras una de ellas se dirigía a su casa a preparar una cestita de comida, la otra mujer le estaba dando consejos a Dorothy del camino a seguir.

En esa ocasión, la pelirroja aprovechó para explicarles a sus amigas lo que pensaba que estaba ocurriendo.

- Chicas, puede parecer descabellado, pero… Me parece que estamos en un cuento muggle.
- ¿Qué? No estás hablando en serio, ¿verdad, Lils?
- Estoy hablando completamente en serio, Lizzy. ¿O te parece normal lo que ha pasado?
- Pues no, pero… Esto es muy extraño. ¿Cómo vamos a estar en un cuento?-contestó la morena.
- Estamos en el país de Oz…. Y el cuento se llama “El Mago de Oz”, ¿Lu te acuerdas de él?
- Me suena algo, sí. Recuerdo que una vez cuando era pequeña, tía Rose me lo leyó antes de dormirme. Pero no estoy muy familiarizada con los cuentos muggles. De todas formas, coincido con Lizzy. Esto es demasiado extraño y además hemos aparecido como personajes.- comentó la rubia.
- Sí… Esto ha tenido que ser obra de Dumbledore.
- Como sea, chicas. Yo lo que quiero es salir de aquí.- contestó la morena.
- Para ello, me parece que vamos a tener que terminar el cuento.- dijo la rubia.
- Sí, por cierto… ¿Qué hay de los Merodeadores?




Bueno, espero que haya gustado el capítulo... y perdón otra vez...

Besos y hasta la próxima!!

Beny
# Beny #
# Beny #

Mensajes : 5
Fecha de inscripción : 05/10/2008

Volver arriba Ir abajo

.·* Entre Cuentos muggles te conocí *·. Empty Re: .·* Entre Cuentos muggles te conocí *·.

Mensaje  chio Miér Nov 19, 2008 12:16 am

ME ENCANTO!!!
EL MAGO DE OZ...LA VERDAD NUNCA LEI EL CUENTO PERO SE LA HISTORIA...
ESPERO SAVER Q PASO CON LOS MERIODADORES...SUPONGO Q JAMES ES EL ESPANTAPAJARO... SEGURO Q OTRO D LOS CHICOS ES EL HOMBRE D OJALATA..PERO ME FALTA EL ULTIMO..JEJJE...COMO TE DIJE NO SE BNLA HISTORIA
SIGUELO PRONTO
BESOS
**CHIO**
chio
chio

Mensajes : 83
Fecha de inscripción : 27/08/2008

Volver arriba Ir abajo

.·* Entre Cuentos muggles te conocí *·. Empty Re: .·* Entre Cuentos muggles te conocí *·.

Mensaje  # Beny # Miér Dic 24, 2008 1:15 pm

Embarassed Embarassed Embarassed Embarassed Embarassed Embarassed Embarassed Embarassed Embarassed Embarassed Embarassed Embarassed Embarassed
Mil perdones!!! Y no... no me he olvidado de este fic!!! Lo sientoo!!! He estado MUY ocupada con los exámenes y los estudios
y no he podido sentarme a escribir. Lo siento de verdad. Crying or Very sad Bueno, ahora estamos en Navidad santa ... así que aquí traigo capítulo.

Y... FELIZ NAVIDAD!!!!!!!!!



CAPÍTULO 5: “¡ TÚ ERES EL ESPANTAPÁJAROS!”

- Sí, por cierto… ¿Dónde están los Merodeadores?

Un poco más lejos de allí, apareció el ojiavellana, rodeado de árboles.
El muchacho trató de mover la cabeza para observar el lugar en el que se encontraba y ver si sus amigos estaban bien, pero su cabeza no respondía.
Trató de mover el cuerpo, que lo sentía extrañamente entumecido, y tampoco dio resultado. ¡No podía moverse!

- ¿Qué me pasa? ¿Por qué no puedo moverme?- el ojiavellana bajó los ojos para observarse tanto como podía, cuando vio unas extremidades de hojalata muy quietas.- ¡Oh, no! No me digas que esto es mi cuerpo…

Los ojos del muchacho, que era lo único que podía mover, se pasearon por el lugar. Era un bosque, de eso estaba seguro. A lo lejos pudo vislumbrar una cabaña de madera. ¿Pero por qué había aparecido en un bosque, con esas pintas y solo? Ahí había gato encerrado…

- Venga chicos, muy buena la bromita… Pero ya podéis salir y devolverme a mi estado normal.- El chico paseaba sus ojos, esperando ver algo más allá que delatara la presencia de sus amigos. Pero no había nadie allí.- ¿Canuto? ¿Lunático?

La voz del ojiavellana demostraba un deje de pánico en ella… ¿Dónde estaban sus amigos? ¿Sería todo eso broma de aquellas locas que querían vengarse por lo de la habitación? Sí, seguro que era eso…

- Chicas, si esto es obra vuestra ya podéis ir revertiendo el hechizo. Esto no tiene ni puñetera gracia. ¡Evans! ¡Sandler! ¡Wells! ¡Salid de donde estéis!

Pero por más que el chico gritara y gritara, nadie aparecía… ¿y ahora qué iba a hacer sin poder moverse?

/----------------------------/

En el pueblo de los Munchkins, las mujeres, que habían salido para darle la bienvenida y las gracias a la pequeña Dorothy, ahora estaban despidiéndola junto a las otras tres chicas que la acompañarían.

De lejos se veía un conjunto extraño, una vestida con color púrpura, otra era la viva imagen del color del mar, la morena podría decirse que era un ángel caído del cielo, y la pequeña… bueno, la pequeña era la más normalita vestida de todas.
Desde luego, podría decirse que las habían sacado de un cuento…

La pequeña Dorothy, llevaba consigo una gran cestita con los víveres que les habían provisto las mujeres Munchkins. A su lado, correteaba feliz el animalillo que la acompañaba.

La niña y el perro no parecían muy preocupados de estar ahí, como deberían estarlo teniendo en cuenta que vivían en Kansas y todo eso era demasiado chocante para ellos. Sin embargo, las tres amigas que caminaban también a su lado no habían estado más calladas y serias en toda su vida.

Según sabía Lily y las explicaciones de las mujeres, debían seguir el camino de baldosas para no perderse… Y justo el camino se acababa delante de un gran huerto.

- Si tenemos que seguir las baldosas… ¿Ahora qué hacemos?- preguntó la pequeña.
- Si el camino se ha detenido frente a esta casa, yo creo que deberíamos cruzar el huerto.- propuso la bruja, propuesta que las demás aceptaron.

A medida que se acercaban, pudieron ver que en el otro extremo del huerto, descansaba sobre un poste un gran espantapájaros con ropajes azules. Si el huerto pertenecía a un Munchkin, lo más normal era que lo vistiera de azul, ya que éste era el color preferido del pueblo. Lo raro era que no hubiera pintado la cara también de este color.

Pero en todo aquello había algo extraño. El espantapájaros no parecía normal y corriente… y mucho menos cuando empezó a agitar sus brazos y piernas y comenzó a pedir ayuda.

- Me he vuelto loca, ¿o eso es un espantapájaros que habla y se mueve?- preguntó la morena asombrada.

/------------------------/

Minutos antes, el moreno seguía en el huerto. Aunque, ¿cómo iba a poder irse si se encontraba colgado de un poste? Si pillaba a la persona que le había hecho semejante broma, se la iba a cargar. Nadie se metía con un Merodeador y salía ileso de esa…

Para su suerte, justo antes de que empezara a perder los papeles y a tener un ataque de histeria, vio acercarse un trío de chicas con una pequeña en su compañía.
El “espantapájaros” empezó a mover desesperadamente sus extremidades, con la esperanza que lo vieran y se compadecieran de él.

- ¡Eh! ¡Ayuda! ¡Necesito ayuda! ¡Eh!

*¡Gracias a Merlín!* pensó el moreno cerrando los ojos cuando el grupo se detuvo frente a él. Lo que no se imaginó nunca, es que al abrirlos se iba a encontrar con aquellas chicas.

- ¿Vosotras?- preguntó con voz incrédula.
- ¿Es que acaso conocéis a este… espantapájaros?- interrogó a su vez Dorothy.
- Eh… no exactamente…- respondió la pelirroja.
- Mira, siento interrumpir, Evans, pero este no es el momento para entretenerse con una niña y disfrazarse. ¡El día de carnaval aún no ha llegado!
- ¿Evans? ¿Quién es Evans?- la niña miraba a ambos lados… si esto seguía así iba a terminar por enloquecer…
- ¿¡No me digas que has secuestrado a la niña, pelirroja!?
- ¿Pero qué tonterías dices, Black?- dijo la morena alterada.

Y sí. Nuestro espantapájaros alterado es Sirius Black, que como siguiera moviéndose como un poseso iba a terminar sin paja.

- A ver, haya paz. – pidió la rubia al ver que sus amigas y el chico-espantapájaros iban a seguir con la discusión ante la confusa mirada de la niña.- No olvidéis que estamos en compañía.- dijo mirando sutilmente a la pequeña.
- ¿Alguien me puede explicar qué pasa aquí?- preguntó nuevamente desconcertada Dorothy.
- Totalmente de acuerdo contigo, niña. Aunque yo soy tú y me alejo de este trío de locas… No puedes esperar nada bueno al lado de ellas.
- ¿Locas?- en el rostro de la pequeña se podía leer un digno signo de interrogación en él.
- Mira quién habla… un espantapájaros hablante…- susurró la morena con una sonrisa.

El muchacho le dirigió una feroz mirada.

- ¿Por qué no en vez de hablar tanto, me sacáis de aquí? Voy a acabar cogiendo agujetas…
- ¿No que de este trío de locas no podía salir nada bueno?- preguntó la rubia con burla.

La pelirroja estaba ya con sus alarmas encendidas al ver la cara de confusión total de la pequeña. Si debían cumplir el encargo de Dumbledore y ayudar a Dorothy a llegar a Oz, perder la confianza de la pequeña y que ésta se fuera sola no iba a ayudar mucho. Así que se apresuró a explicar la situación mientras bajaba al Merodeador del poste.

- Para que te enteres, Black, nos vamos a presentar.
- ¿De qué hablas, Evans? Si ya os conozco… Definitivamente este sol te está afectando más que a mí.

La pelirroja, tras bajar por fin al chico y ver cómo éste se desperezaba para desentumecer los músculos (bueno, más bien la paja), le echó una mirada de advertencia que si el Merodeador se hubiera molestado en mirar le habría dicho que era de peligro.

- Yo soy la bruja del Norte.

Ante esto, el joven no pudo hacer otra cosa sino reírse ampliamente.

- Evans, ya todos sabemos que eres bruja. No hacía falta que lo especificaras. Pero eso del Norte… yo creo que más bien se te va el norte de la cabeza. –dijo el chico ahogando otra risita.

La pelirroja, haciendo caso omiso del comentario del moreno, prosiguió con su explicación. * Como el estúpido éste siga diciendo estas cosas, Dorothy se va a asustar, si no lo está ya… *

- Claro que todos sabéis que soy bruja. No por algo soy una de las brujas más poderosas de Oz.
- ¿Oz? A ti se te va la chaveta…
- Esta chica de mi izquierda, es Lizzy.- dijo señalando a la morena.- Y es ayudante de mi hermana la bruja del Sur.
- ¿Ves ese tornillo, Evans? Creo que se te acaba de soltar…
- Y Lu- prosiguió sin hacer caso de la interrupción.- Es una chica Munchkin que ha decidido acompañarnos hasta la Ciudad de las Esmeraldas para buscar la manera de encontrar a su familia, secuestrada por mi malvada hermana la Bruja del Oeste.
- ¿Alguien tiene un destornillador? Como no se te aprieten los tornillos, te vas a quedar sin cabeza, Evans…
- Esta pequeña es Dorothy. Vive en Kansas, pero su casa se vio envuelta por un tornado y ha acabado en Oz. Que por cierto, al aterrizar su casa ha matado a mi otra hermana la Bruja del Este, que tenía esclavizados al pueblo de los Munchkins.
- ¡Por Merlín! Tenemos que internarte rápido en San Mungo…
- Dorothy debe ir hasta la Ciudad de las Esmeraldas. Allí vive un gran Mago, Oz, que le ayudará a volver a casa.
- Vale, ¿cuánto tiempo has tardado en inventarte todo esto? He visto mejores tretas que estas, Evans. ¿Pretendes que te crea?
- Me creas o no, Black, es así.- contestó seria la pelirroja.- Estamos en Oz.
- Esto es muy raro… Seguro que estoy desvariando, sí… No puede ser. Esto debe ser un sueño, o me estoy despertando y por las mañanas tengo mucha imaginación. ¡Merlín! Pero esto de imaginarme a estas locas así vestidas… esto es tener “demasiada” imaginación… No, no… Yo por las mañanas no ando nada lúdico…- mientras el moreno cavilaba y hablaba solo, la morena posó su mirada en él.
- Black, ¿ni de espantapájaros vas a ser mínimamente más inteligente? Lo tuyo ya es grave, en serio. Es “lúcido”, no “lúdico”.

Mientras Sirius echaba una mirada asesina sobre la morena, Lily vio la luz.

- ¡Tú eres el espantapájaros!- dijo la Bruja contenta.
- ¡Vaya descubrimiento!- contestó con sarcasmo el joven.
- No, no. Tú eres el espantapájaros que nos va a acompañar hasta la Ciudad de las Esmeraldas.
- ¿Y qué te hace pensar eso, Evans? Yo con vosotras no voy ni a la vuelta de la esquina, no te ofendas niña, no es nada personal contra ti.- dijo el chico mirando a Dorothy.
- Te acabo de bajar de allí. Si no fuera por nosotras, estarías ahí colgado todavía.
- ¿Lily qué más da que nos acompañe? ¡Que se quede aquí si le da la gana!- dijo la morena comenzando a enfadarse.
- Tú no lo entiendes, Lizzy. Black debe acompañarnos, si quiere conseguir ese cerebro que tanto tiempo lleva anhelando.- explicó la pelirroja con una sutil mirada hacia el espantapájaros.

Pero sus amigas, ante las palabras de la pelirroja, empezaron a reírse abiertamente del chico. Que Sirius Black no tuviera cerebro no era nada nuevo, pero que quisiera uno… Eso era ya otra cosa.

- Muy graciosa, Evans, pero yo…
- Pero nada, es la oportunidad que tanto llevas esperando, ¿verdad, Dorothy? Si el gran Oz puede ayudarte a ti a volver a casa, seguro que ayuda a este… “amigo” a que tenga su cerebro, ¿no crees?
- ¡¡Claro!! Seguro que si a mí me regresa a Kansas, a ti puede regalarte un cerebro.- contestó la pequeña más sonriente a la pelirroja.
- Sí, pongámonos en marcha, pues.- aconsejó la rubia mientras se adelantaba con la pequeña.

Una vez que estuvieron unos pasos más alejados:

- ¿Estás loca? No pienso ir con vosotras a ningún lado. ¡Tengo que buscar a mis amigos! Ahora que lo pienso… Esto no habrá sido obra vuestra, ¿verdad?
- Claro, ha sido obra nuestra. Si quisiéramos vengarnos, seríamos más sutiles y no estaríamos nosotras aquí también, ¿no crees?- contestó Lizzy.
- A ver, aprovechando que Lu se alejó un poco con la pequeña. Black, tienes que acompañarnos sí o sí, aunque no me agrada mucho la idea. ¿Quieres ver a tus amigos? Pues los veremos en el camino, estoy segura.
- ¿Y cómo lo sabes? ¿Estás segura que no has tenido nada que ver en esto?
- ¿Quieres dejar de preguntar y escucharme atentamente?- la pelirroja estaba empezando a enfadarse de verdad y el chico estaba dándose cuenta de ello.- ¿Recuerdas el encargo de Dumbledore?- el moreno asintió con la cabeza.- Bien, pues debemos ayudar a Dorothy a volver a Kansas.
- ¿Qué?
- Es muy simple, Black.- dijo la morena.- O nos acompañas, ya que tenemos que hacerlo juntos, y nos ayudas a llegar a la Ciudad de las Esmeraldas o te quedas ahí colgado en el poste siendo para siempre un espantapájaros. Y adiós a tus conquistas.
- ¿Qué? ¡No!
- Pues ya estás caminando. Y mantén tu bocota cerrada, o demostrarás que de verdad no tienes cerebro.- le advirtió Lizzy.

El moreno miró seguidamente a la pelirroja y a la morena, echó un vistazo a la rubia que estaba esperando con la pequeña más adelante, y no tuvo más remedio que aceptar acompañarlas.

Una vez que ya alcanzaron a Lu y a Dorothy, se encaminaron hacia la Ciudad de las Esmeraldas, que cuando salieron del huerto volvieron a encontrar el camino de baldosas doradas.

Totó, el perrillo de Dorothy que hasta entonces había estado quieto en el regazo de la niña, comenzó a moverse nerviosamente.
Así, la pequeña lo soltó para que estirara las patas, pero fue una mala idea.

En el momento en el que el animal puso sus patitas en el camino, empezó a gruñir y a ladrar al espantapájaros. Sirius, que no se esperaba algo así por parte del perro, se alejó un poco de él. En respuesta, el perro se abalanzó sobre una de sus piernas y comenzó a mordérsela, sacándole toda la paja de ésta.

- ¡Ay! ¡Sáquenme a este animal! ¡Socorro!
- Cualquiera lo diría del gran Sirius Black. ¿Le tienes miedo a un pobre perrito?
- ¡De pobre nada, Sandler!- le contestó a la morena que se reía socarronamente de él.
- Totó deja al pobre espantapájaros tranquilo, le vas a sacar la paja. ¡Totó!- le llamaba Dorothy, pero el perro no hacía caso y tampoco quiso apartarse cuando su dueña fue a cogerlo.
- ¡Evans! ¡Eres Bruja, conservas tu magia! ¡Haz algo!- decía el chico con una mueca.
- ¿Qué se dice?- ahora era el turno de la pelirroja para divertirse viendo cómo un animalito hacía que el “perfecto” Merodeador le tuviera que pedir ayuda a ella.
- ¡Rápido!
- Palabra equivocada.- la pelirroja se adelantó dándole la espalda.
- Pero, Lils, ¡que se queda sin pierna!
- Él se lo buscó, Lu.
- ¡Expelliarmus!

El hechizo de desarme había logrado separar al perro de la pierna del moreno. Dorothy se apresuró a volver a coger entre sus brazos al animal y a disculparse con el chico.

- Lo siento mucho, Sirius.- dijo la niña apenada.
- No te preocupes, Dorothy.- contestó sacando a relucir su perfecta sonrisa de rompecorazones.- Eso sí, te agradecería si lo mantienes alejado de mí. Prefiero no quedarme sin piernas.

La pequeña asintió bajando la cabeza.

- Supongo que tengo que agradecerte, Evans.- dijo el chico de mala gana.
- No tienes que agradecerme nada porque no fui yo. Aquí hay alguien más que también puede ejercer la magia.- contestó la pelirroja con una sonrisa mirando a su amiga Lizzy, la cual estaba un poco sonrojada.

El moreno la miró con sorpresa. ¿Elyzabeth Sandler ayudándolo? ¿La misma que lo quería tirar desde la torre de Astronomía?

- ¡Ay! No me miren así todos… Soy la ayudante de una Bruja buena ¿no? Pues eso ha hecho que saque mi bondad. Nada más.
- Ya, claro.- sus amigas la miraban con cara de no creerse ni una palabra.
- Siento interrumpir vuestro enfrentamiento de miradas, bueno, más bien no. Pero necesito ayuda con la paja que se me ha salido.

Dorothy, al ver que ninguna de las chicas se acercaba para ayudarlo, lo hizo ella.
- Chicas, ¿por qué no aprovechamos y paramos mientras que le ayudo con la paja?
- Ok, está bien.

Mientras las tres amigas se sentaban a un lado del camino, Dorothy llevó a Sirius al otro lado.
- Si sois amigos, ¿por qué no os lleváis muy bien?



Bueno... aquí está... y mil perdones otra vez!! ¿Qué tal Sirius? jijiji por poco manda a Lily a San Mungo... aunque no me extraña, yo hubiera hecho lo mismo xDD.
Feliz Navidad otra vez!!!!!!

Besitos,

Beny
# Beny #
# Beny #

Mensajes : 5
Fecha de inscripción : 05/10/2008

Volver arriba Ir abajo

.·* Entre Cuentos muggles te conocí *·. Empty Re: .·* Entre Cuentos muggles te conocí *·.

Mensaje  chio Miér Dic 31, 2008 7:57 am

JEJEJE, MUY DIVERTIDO EL CAP...
LA VERAD QUE SIRIUS QUEDA JUSO CON EL PAPEL D ESPANTAPAJARO TONTO..JEJEJE
SIGUELO
BESOS
**CHIO**
chio
chio

Mensajes : 83
Fecha de inscripción : 27/08/2008

Volver arriba Ir abajo

.·* Entre Cuentos muggles te conocí *·. Empty Re: .·* Entre Cuentos muggles te conocí *·.

Mensaje  Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.