Harry Potter y la Maldición de los Sueños

LeilitaMalfoyWeasley Miér Mar 17, 2010 5:32 am

*//Los personajes no le pertenecen a la autora de la historia, les pertenece a J.K Rowling//*

Titulo: Harry Potter y la maldición de los sueños

Autora: Leilita Malfoy Weasley (Historia - Blog)

*// Bueno aquí les traigo una historia bien interesante yo ya he leído los primero 30 capítulos y es diferente o al menos eso me parece :p le he pedido permiso para comenzar a publicar su historia bajo mi usuario espero les guste... ^^ dejen review ella los leerá //*

Epilogo: Un mal comienzo…

19 años después un niño llamado Scorpius Malfoy miraba su reflejo en el espejo, era el típico niño de 10 años de baja estatura, delgado, el color de sus ojos eran grises como los de su padre al igual que su cabello rubio pero el suyo era más oscuro y su piel era blanca más había heredado de su madre un poco de color. Suspiro al percatarse de la hora, hoy se celebraba el cumpleaños de su madre y se había organizado una reunión con los amigos más cercanos de la familia y familiares.

Le dio un último vistazo a su apariencia antes de bajar hacía el salón principal donde de seguro un grupo de personas se encontraba ya reunida. Mientras bajaba las escaleras escuchaba la risa cantarina de su madre y eso lo hizo sonreír, atravesó la puerta hacía el salón para abrazarla, hoy era su día y debía hacerla feliz.

- Mamá –susurró mientras la abrazaba- te quiero.

- Gracias mi niño, gracias por todo este tiempo compartido son únicos y especiales para mí –le dijo su madre con una gran sonrisa en el rostro, el corazón de Scorpius brinco de alegría.

Para nadie era un secreto que sus padres eran su razón de ser, estaba orgulloso de ellos sin importar su oscuro pasado, lo sabía, en ningún momento sus padres le ocultaron nada y eso le agradaba, le agradaba la confianza que sus padres tenían en él y esperaba que siempre fuera de esa manera.

A medida que pasaba la noche invitados llegaban para celebrar este día, sonrió complacido al ver a sus amigos Sussy Nott y Andreu Zabini, camino con elegancia hacía su encuentro. Por otro lado Draco y Astoria observaban sonriente a su hijo, lo habían educado bien sin el arcaico idealismo de la pureza de la sangre y sin impórtale clases sociales ni nada por el estilo, su hijo sería lo que él deseara ser y ellos únicamente estarían para guiarlo.

- Es igual a ti Draco –Pansy le comentó divertida al verlo pasar.

- No Pansy, el es diferente –Draco lo dijo con orgullo- él no es igual a mí.

- Será un excelente hombre en el futuro, buen trabajo –dijo Pansy con sinceridad.

Draco y Astoria mantenían una relación muy estrecha con Pansy, ella los apoyo el día que decidieron contarle toda la verdad a su hijo al igual que ellos hicieron ella. A ambas familias le había costado limpiar su nombre aunque siempre había una que otra persona que aun tenían rencor hacía su apellido pero no pasaba de malas miradas.

- Scor, ¿quieres venir mañana a mi casa? –preguntó Sussy- Andre ira, será una reunión cerrada como siempre –dijo cantarinamente con una sonrisa en el rostro.

- Claro porque no –dijo Scorpius dibujando una sonrisa de medio lado.

- Por más de una hora los chicos pasearon por los jardines que eran iluminados por velas flotantes, todo gracias a los elfos, los tres correteaban, jugaban y reían mientras emprendían regreso a la mansión cuando de pronto escucharon gritos. Sussy y Andre tomaron a Scorpius de la mano y se escondieron detrás de unos matorrales en silencio.

- ¿Dónde está? –gritó un hombre- ¿Dónde está tu hijo o te mato? –se escucho desde adentro.

- No lo sé –decía Astoria con voz ahogada, ese fue el detonante para que Scorpius corriera sin impórtale nada hacía la casa.

Al entrar vio como Astoria y Draco eran golpeados mientras todos los presentes observaran sin mover un dedo excepto Pansy que se encontraba en el suelo sin conocimiento. Uno de los encapuchados noto la presencia del niño y sonrió malévolamente.

- Con que este es tu hijo Malfoy –dijo, eso no era una pregunta era una afirmación.

- No le hagas daño –gritó Astoria.

- Agárrenlo –gritó el encapuchado aunque Scorpius no se había movido un centímetro, el niño se encontraba en estado de shock.

Dos hombres tomaron a Scorpius de cada lado apresándolo "si es que era posible escapar" y el que estaba dando órdenes lanzó varios cruciatus sobre los padres de Scorpius.

- Sufre niño, sufre lo que sufrí yo con las locuras de tu abuelo –gritaba emocionado, a decir verdad con cierta demencia.

Los gritos se escuchaban en toda la casa y ese niño no podía quitar la mirada de sus padres que se retorcían de dolor, solo reacciono en el momento que escucho el inicio de la maldición asesina, "Avada Kedabra" y a partir de ese momento todo ocurrió lentamente su padre se interpuso entre la maldición y su madre pero el hechizo no dio de lleno en ellos sino en un pequeño rubio que corría hacia ellos.

Como si de una película muggle tratase una gran cantidad de personas entro al lugar pero en vez de policías estos eran Aurores. La mansión Malfoy pronto se convirtió en una batalla campal, hechizos iban y venían, las personas corrían de un lado a otro pero eso no les importaba al matrimonio Malfoy, claro que no, su hijo estaba tirado en el piso sin moverse y con la mirada perdida.

- Draco… Draco reacciona –grito Pansy en vano.

- Debemos sacarlos de aquí –intervino Harry Potter- Malfoy… Malfoy debemos salir de aquí no es seguro –decía rápidamente mientras inspeccionaba al menor, estaba vivo- Malfoy, tu hijo está vivo –gritó y en cuestión de segundos ambos reaccionaron.

- Scorpius… -susurraba Astoria aun conmocionada de ver a su hijo allí, inconsciente.

- Escúchenme bien, me seguirán mientras mi equipo se encarga de todo este desastre –dijo con autoridad- los elfos han sido informado de todo esto y tienen órdenes de tomar ropas y todo lo que sea necesario para ustedes, encontramos a dos niños por los jardines muertos de miedo pero no se preocupen están sanos y salvo –se adelanto a decir esto al ver la cara de horror de Pansy, sin decir nada más se levantó y saco de su túnica una capa a la que Draco pudo reconocer como la de invisibilidad.

No faltaron palabras o indicaciones ya que los tres se encontraban cubiertos por la misma, seguían rápidamente por los pasillos de la casa a Harry que los ayudaba a escapar, se percataron con terror de una figura que los seguía.

- Harry, debemos salir están llegando más… -Draco al escuchar esa voz sintió un alivio recorrer todo su cuerpo, se trataba de Ron Weasley.

- ¿A dónde podemos llevarlos sin que se den cuenta? –preguntó Harry rápidamente- no pueden ir a ninguna de sus propiedades porque de seguro están esperándolos.

- Debemos actuar rápido, Luna se llevo a los niños a su casa y ese niño necesita atención médica urgente pierde color a cada minuto –acotó Ron pasando por los grandes corredores de la mansión pero Harry se detuvo en seco.

- Ya sé… tómense de las manos haremos una aparición conjunta –les ordeno y ellos automáticamente lo hicieron- ya sabes a donde –eso iba hacia Ron.

Al principio sintieron la opresión normal que es causada por el hechizo de aparición. Segundos más tarde estaban sentados en el piso tratando de respirar pero Draco noto como se llevaban a su hijo.

- Potter ¿a dónde lo llevas? –dijo con voz ronca a causa de los gritos.

- Necesita atención médica, no te preocupes sino confías en mi… -intento explicarle pero él lo detuvo.

- Basta Potter, te acompañare no porque no confié sino porque no quiero dejar a mi hijo solo.

Por otro lado una mujer de cabellos castaños esperaba nerviosa al lado de la chimenea, Hermione Granger se reprendía mentalmente por no haber acompañado a su marido a ese llamado de emergencia que recibieron por medio de un patronus. El reloj marcaba las 4 de la mañana y toda esta situación la estaba sacando que sus casillas, los nervios la tenían mal tanto que no noto a una pequeña pelirroja que la observaba con preocupación.

- Mami, ¿Qué está pasando? –pregunta Rose desde las escaleras.

- Oh, mi niña –dijo con una sonrisa en el rostro- no te preocupes, tu papá está en una misión y pronto volverá –le dijo fingiendo estar bien.

Rose decidió acompañar a su madre hasta que su padre volviera pero como todo niño a esa edad le es difícil aguantar en vela el resto de la noche y se queda dormido. Hermione la mira dormir y sonríe, "es tan pequeña y ya actúa como una adulta" pensó, en momentos como esos es donde se da cuenta que por todo lo que han luchado y siguen luchando vale la pena.

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En casa de Luna Lovegood las cosas se desarrollaban rápidamente, mientras las heridas de los Malfoy y Pansy Zabini, los tres se encontraban en silencio aun no podían salir del asombro.

- Malfoy –llamo Harry- quiero saber los que sucedió antes que llegáramos.

- ¿Es necesario esto ahora? –preguntó en susurro- mi hijo esta allá adentro por culpa de unos maniacos, la verdad no estoy de ánimo para seguir esas estúpidas rutinas –Ron frunció el ceño pero Harry no se molesto ante eso, lo entendía, si él estuviera en esa situación actuaria igual.

- Entiendo –dijo sentándose frente a ellos- tu hijo es fuerte Mal… Draco, saldrá de esta –poso su mano en su hombro para apoyarlo, Draco por su parte no sabía cómo actuar ante eso.

- Gracias… muchísimas gracias de verdad –Astoria que no había hablado en todo ese tiempo comenzaba a hablar entre balbuceos- no entiendo, no entiendo como mi hijo… está vivo –con eso ultimo ella se quebró y comenzó a llorar, Draco la abrazo fuertemente.

- Nadie puede explicar cómo en ocasiones la magia actúa de una forma desconocida –comenzó a explicar Harry- lo mismo me sucedió a mi pero la diferencia en este caso es que su hijo absorbió la maldición.

- En eso tienes razón –Luna Lovegood atravesaba el salón cansada pero con esa sonrisa única que ella siempre portaba- Malfoy, tu hijo es el tercer caso en todo el mundo al recibir una maldición y prácticamente ser inmune a su principal meta que es la muerte, no con eso quiero decir que tu hijo sea inmune eternamente a ella.

- No entiendo Lunati… Luna ¿Cómo mi hijo recibe una maldición asesina y este como si nada? –preguntó Draco aun sin poderlo creer.

- Tu hijo no está muy bien del todo –dijo Luna borrando su sonrisa, esto preocupo a todos los presentes- por los momentos él solo puede mover los ojos, el resto de su cuerpo esta sin movilidad –Astoria comenzó a llorar desoladamente y Draco apretó los puños dejando escapar una lagrima traicionera- he hablado con él por medio de pensamientos, ya le he explicado su situación y quiere verlos.

Sin decir una palabra el matrimonio se levanto y siguieron a Luna hacía la habitación dejando a Harry, Ron y Pansy solos.

- Sé que no es un buen momento Zabini pero debo preguntar ¿Qué sucedió? –preguntó Harry un poco titubeante.

- Todo era perfecto Potter, la noche, el festejo, los invitados… todo pero de pronto llegaron dos personas que se acercaron a Astoria… la felicitaron y se alejaron hacia la multitud…

- No entiendo Pansy ¿Qué tiene eso de malo? –preguntó Ron.

- Mucho, esas personas no las logramos identificar hasta que Draco noto quienes eran, pero a ese punto ya todo fue demasiado tarde –gruesas lagrimas corrían por su rostro- Blaise murió por tratar de salvarnos y… -no pudo seguir.

Ron y Harry se miraron a los ojos y asintieron, comenzarían con la rutina de proteger el lugar. Ron después de terminar se retiro a su hogar dejando a Harry allí, cuando apareció en su casa se encontró a su esposa somnolienta y a su hija totalmente dormida.

- ¿Qué haces despierta amor? Te dije que no me esperaras –susurró para no despertar a su hija.

- Me era realmente imposible dormir sabiendo que estabas allá buscando a un grupo de maniacos y sin saber noticias tuyas –susurró de igual forma mientras se acercaba a besar los labios de su esposo.

- Todo está bien como te prometí, en una pieza y sin ningún rasguño –dijo mientras besaba su frente- la redada se hizo en el callejón Diagon –suspiró cansado mientras su esposa convocaba una tetera y dos tazas- estaban buscando a ex – mortifagos, matarlos era su prioridad.

- ¡Merlín! Pero ¿lograron atraparlos?

- Si –susurró abatido- pero no sin matar algunos inocentes Hermione, mataron a Blaise Zabini y otras personas que en estos momentos no se su identidad… todo transcurrió demasiado rápido –esta vez cerraba los ojos con fuerzas como si quisiera olvidar algo- aunque me cueste admitirlo siento pena por Malfoy, su hijo la está pasando mal.

- ¿Su hijo? ¿Qué le paso a su hijo? –estaba sorprendida y extrañada a la vez.

- Sí, su hijo fue impactado por la maldición asesina –Hermione tuvo que ahogar un grito de horror al escuchar esas palabras- pero no te preocupes está bien o al menos eso asegura Luna…

Por otro lado, Draco y Astoria se rindieron ante el cansancio al igual que Pansy. Las únicas personas despiertas en la casa eran Luna y sus hijos, Harry y su hijo, y por ultimo Scorpius y Sussy.

- Te pondrás bien… mira que eres como mi hermano y jamás te perdonaría que nos abandones –decía Sussy entre llantos, Scorpius la miraba fijamente como si por medio de esa mirada pudiera transmitirle todo lo que sentía.

- No te preocupes, estará bien –le contesto Luna con una sonrisa en su rostro- ya verás que con terapias y mucha dedicación tu amigo estará como nuevo.

- Pero no se mueve… no hace nada –dijo con voz entrecortada por el llanto, Luna sonrió y la abrazo.

- Eso es lo que él quiere transmitirte y que nunca te va a dejar –Sussy se aferro a ese abrazo llorando con fuerza- tranquila, todo pasara.

- Luna, ¿estás segura de poder animarlo? –ella simplemente negó pero manteniendo su sonrisa.

- No lo estoy pero ¿qué sería de este mundo sin en él no existieran posibilidades? –Luna se giró para mirarlo a los ojos y le susurró- descansa pequeño que desde ahora trabajaremos mucho para recuperarte –y como si fuera una orden cerro sus ojos para dormir.

Pasaron los días y con ellos la esperanza que Scorpius regresara, menos para sus padres y Luna que insistía en hacer la terapia.

Una tarde mientras Luna repetía una de sus tantas sesiones con Scorpius, o Scor como le gustaba llamarle de cariño, él había logrado mover su mano, era un movimiento leve parecido a un tic nervioso. Para Luna esto fue un triunfo y avivaría la esperanza de sus padres, y así fue poco a poco Scorpius recobro la movilidad de su cuerpo tan solo le llevo 5 meses caminar y recuperarse por completo excepto la voz.

Poco a poco el chico volvía a ser el mismo, pero por ese accidente Scorpius borro de su rostro la brillantez de su felicidad y calidez pero este no sería el final de su pesadilla, nuevos enemigos les espera a nuestros personaje, amor, traición, perjuicios y orgullo.